Willem de Kooning. Late Paintings

Se trata de las últimas obras de De Kooning, concebidas en un estado de feliz soledad en su taller de Long Island, donde vivió a partir de 1963.
De Kooning fue uno de los precursores con Arshile Gorky, Jackson Pollock, Mark Rothko, Barnett Newman y Franz Kline del Abstract Expressionism, el movimiento que habría desvió rápidamente la atención mundial sobre el arte de Europa a Estados Unidos.
La última etapa artística de Willem De Kooning comenzó en 1981. A lo largo de la mayor parte de los 60 años de actividad, de Kooning “reinventó” periódicamente su propio estilo y en 1980, a los 76 años de edad, cambió una vez más, buscando una nueva manera de pintar.
En los años 80 el artista pintó 288 obras y entre 1983 y 1986, la temporada más prolífica, produjo casi una pintura cada semana. A finales de 1987 sus condiciones de salud empezaron a empeorar progresivamente. En 1990, a la edad de 86 años, abandonó la pintura.
El arte de De Kooning de esos años perdió mucha de sus características anteriores, sin duda más vigorosas, pero fue una coherente evolución de la obra del artista que introdujo nuevos niveles de búsqueda de un estilo.
Parece acercarse a un clasicismo que, por su ausencia de rozamiento, su carácter lírico, arquitectónico e idílico, así como por el uso dominante de colores primarios, recuerdan a Mondrian. En su ensayo, la comisaria Julie Sylvester afirma que estos cambios revelan claramente la admiración del artista estadounidense por Matisse.
La pintura es aireada en la extensión del color, con vastos espacios de blanco que acentúan la luminosidad que transmite una calma desconocida y fluida, despojada de la proverbial insatisfacción del artista.