Donna bionda di spalle
Giorgio de Chirico
Un desnudo visto de espaldas, las dimensiones imponentes, rellaman a la mente las grandes bañanates de Renoir. La mujer, cuyo rostro de escorzo está encendido por los reflejos de cobre, está sentada sobre un escollo sobre una suave tela balnca, orientada hacia un cielo claro y blando, gracias a las pinceladas filamentosas y un trozo de mar movido por pinceladas blancas y oblicuas. Además que por el sujeto, la influencia de Renoir aparece en la rendida de los encarnados, animados por reflejos lácteos, bajados o levantados por retoques de tierra, naranja o violeta. No obstante la entonación antigua y sin tiempo, el sujeto declara la propia contemporaneidad por el corte y el color del pelo.